Aunque Lara tenía una vida independiente, que incluía mucho trabajo internacional, pudo mantener una vida social activa y una relación saludable. Cuando tenía 16 años, averiguó que Von Croy preparaba una expedición a Camboya, y convenció a sus padres para dejarla unirse a la expedición. Esta terminó en desastre cuando Von Croy activó una trampa y quedó sepultado dentro de una tumba; para evitar este mismo destino Lara Croft tuvo que abandonarlo.